La salud no es algo que se pueda comprar. Sin embargo, puede ser una inversión beneficiosa para el ahorro a largo plazo. Los exámenes de laboratorio son una de las herramientas más útiles en el cuidado personal.
Como médicos, solicitamos regularmente exámenes de laboratorio para tener una idea del estado de salud de nuestros pacientes. Nos ayuda a captar enfermedades a tiempo para tratarlas y prevenir otras.
El tener niveles altos de colesterol y triglicéridos aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Entre más tiempo permanezcan altos, mayor es el daño y se hace más desafiante el control de ellos.
Más allá de eso, nos permite evaluar la función del hígado y los riñones, quienes se encargan de depurar nuestro cuerpo de sustancias nocivas. Con el pasar de los años, su capacidad va disminuyendo y es importante evaluarlos para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo.
Otro dato importante, es el hemograma, en el cual podemos captar a un paciente con anemia, es decir, niveles bajo de hemoglobina que conlleva a una baja oxigenación en nuestro cuerpo manifestándose como fatiga, palidez, entre otros síntomas. Es solo uno de los ejemplos de los muchos que nos puede ofrecer un examen de laboratorio.
Con todo esto en mente, te comparto las siguientes recomendaciones:
Consulta con tu médico de cabecera una o dos veces al año para realizarte exámenes de laboratorio.
Si estás experimentando síntomas inusuales persistentes, una revisión general puede ayudar a explicarlos.
El realizarte exámenes rutinarios te ayuda a tener una base sobre la cual trabajar en el cuidado de la salud personal.
Muchas enfermedades crónicas hoy en día pasan desapercibidas, ya que el paciente acude cuando los síntomas han avanzado. Realizarte exámenes puede ayudar a captar enfermedades a tiempo.
“Un gasto el día de hoy, podría ahorrarte mucho el día de mañana.”
Artículo en colaboración por el Dr. José Carlos Larios, Doctor en Medicina General
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