Le escribo a los hondureños porque es de ahí que leo y escucho mas quejas, especialmente de los robos de instituciones como la ENEE, la EEH, o el gobierno en general. Y, porque yo soy hondureña y a mi también me molestan muchas atrocidades.
Por esas quejas que vengo leyendo desde hace años, y de las cuales yo también he colocado en redes sociales o hablado en miles de reuniones es que escribo lo que yo aprendí y sigo aprendiendo.
De un tiempo para acá, aprendí que si yo quiero que algo cambie, yo debo ser el cambio primero. No puedo quejarme de que me mientan, si yo también miento. No puedo quejarme de que me roban si yo también robo. No puedo quejarme que me ignoran si yo también ignoro.
Me centraré en esos 3 argumentos.
No puedo reclamar al gobierno y sus instituciones que me están robando si yo:
-Bajo peliculas piratas en internet o las compro en la calle -Utilizo programas “crackeados” en mi computadora, tablet, telefono -Compro un vestido para usarlo por una noche y después lo devuelvo -Le debo a alguien o alguienes y sigo gastando mi dinero en otras cosas sabiendo que no he sido cabal con mis compromisos (incluye tarjetas de credito y bancos) -Soy empleado y uso mas mi tiempo de trabajo en internet, breaks, comidas, chambres en lugar de trabajar por las horas que me pagan (si es su propio jefe, se está robando a usted mismo) -Acepto que no me cobren el impuesto sobre ventas para pagar menos -Compro artículos pirateados o “copias” -Copio diseños de otros y los presento como mios
No puedo reclamar a nadie que me mienta si yo:
-Pongo a mis hij@s a decir que no estoy cuando me llaman al teléfono, sean cobradores u otra persona -Llego a tarde al trabajo o una cita por culpa propia pero decido inventar una excusa -Invento todo tipo de excusas que sabemos no son verdades para no pagar una deuda -Si me invitan a salir y digo “ahi te aviso” sabiendo que realmente no quiero ir -Me “le pierdo” a esa persona con la cual estoy saliendo en lugar de confrontarla, porque la verdad no nos interesa -Soy desleal a mi pareja, ya sea con mente, con ojos, con boca o en físico
No puedo reclamar que me ignoren si yo:
-No ayudo a nadie que lo necesita me lo pida o no -No devuelvo las llamadas o mensajes cuando he dicho que lo haré -Llego tarde a todo lo que me invitan y digo “ay, es que yo soy así” -Ignoro los mensajes que me envían porque “yo contesto cuando se me da la gana” -Solo le escribo/contacto a alguien cuando necesito algo -No estoy pendiente de mi familia/amigos cuando están enfermos o pasando por una calamidad -No saludo ni me despido cuando entro/salgo de algún lugar -Digo que haré algo y no cumplo mi palabra
YO soy la primera culpable de muchas de estos comportamientos, y cada vez que tengo la oportunidad trato de concentrarme y hacer el bien/lo correcto. Pues aveces estamos tan acostumbrados a hacer lo incorrecto que ya es “por default” que lo hacemos y ni cuenta nos damos.
Si quiere una sociedad justa y correcta, intégrese a ella de forma justa y correcta.
Si quiere un país correcto, dé usted el ejemplo a si mismo, a sus hijos, nietos, amigos, compañeros de trabajo. Sea firme en sus convicciones y comportamientos y no se deje doblegar por la presión de que le digan que es un puritano, un monje, aburrido, etc.
En el colegio tuve un profesor que me apodó “Sister Melissa”, es decir, monja. La verdad ya no recuerdo ni porqué pero seguro es porque no quería yo nadar con la corriente. Hasta la fecha me siento honrada de que me haya apodado así, porque no me dejé doblegar por la presión de las risas de mis compañeros (y eso que asistí a una escuela Episcopal), todo gracias a mis papás y a mi Tata Fausto Fortin quien siempre me demostró ser correcto en TODO, al igual que mi abuelito Paco.
Todos los días tenemos miles de oportunidades de hacer lo correcto. No tenemos excusa. Sea fiel en lo poco, para que Dios lo coloque en lo MUCHO.